CARPE DIEM

ECRASONS L'INFAMÉ

Friday, July 29, 2005

De cómo el Roñas y su mamá salvaron al mundo.

Este cuento de Héctor Chavarría lo lei ya hace un tiempo, pero me gusto mucho, y como ando corto de ideas aquí se los pongo:

Indetectable y poderosa, aunque sólo era un expolrador subalterno,la nave descendío entre las capas atmosféricas, dejó atrás las altas montañas que coronaban el valle y se metió de lleno en el smog capitalino.

Ahí comenzaron realmente sus problemas.
El computador de ruta y combate tosió-el equivalente cibernético de una tos-y trató de advertir a sus cuatro tripulantes que las cosa iban mal y podían ponerse peores.
Se pusieron peores en cero segundos.

Con una cabriola extraña y que jamás habían hecho en la tenue atmósfera de su planeta de origen, la nave descendío en un predío baldío a causa de los sismos del 85. Claro que los cuatro tripulantes no sabían.
Despues de reponerse del encontronazo y volver a conectar su computadora en hualga, los cuatro descendieron con la típica agresividad de los Linx- ese sería su equivalente de su nombre en español -y cubriéndose mutuamente las espaldas con sus armas multipropósitos avanzaron entre los escombros.
Cuando aparecieron en la calle se encontraron al Roñas .

Eran lo suficientemente humanoides para poder pasar por personas un tanto extrañas, pero las diferencias que podrían ser advertidas por cualquiera a la luz del día, quedaban minimizadas en la noche por la poca iluminación de las calles de Tepito, el smog capitalino y porque el Roñas estaba en su estado natural, cruzado con cemento, mota y una buena dosis de alcohol de teporocho.

El Roñas los saludó amablemente.
- ¡ Qui' hubas, joy, chale, hijo, presta el traje !
Los extraños intercambiaron rápidos pensamientos y contuvieron el deseo de lanzarle una descarga de alcance medio.

-Saludos, hombre- dijo uno de ellos con acento terrible, pero bastante bien si se toma en cuenta que conocían el español por programas de televisíon.
-¿ Son gabachos ?- inquirío el Roñas al advertir la coloración azul oscura de sus pieles.
- Venimos de muy lejos y nos gustaría hablar con su líder- eso se decía en las películas que los extraños habían visto.
- Y, ¿ tienen sus papeles por si vienen los agentes?
Los extraños intercambiaron nuevamente pensamientos acerca de los papeles.
Eso no aparecía en el guión de las películas.
-No los tenemos, hombre, ¿ podríamos conseguirlos ?
- ¡Ah, indcumentados! - exclamo el Roñas consciente de su súbita importancia-.¿Traen dólares?
Nuevo intercambio de pensamientos.
-Tremos cosas que podrían ser valiosas pero queremos hablar con su jefe.
-¿Mi jefe? No, joy, el viejo se chispó hace tiempo...pero está mi jefa.

Así pues, el Roñas los llevo con su mamá. Después de abofetear a su hijo hasta cansarse, doña Eréndida Felícitas se enfrento con los desconocidos. No entendio nada de lo que decían, pero como buena mexicana tepiteña decidió que ere bueno recibir a los extranjeros debidamente.
Así que mientras el Roñas, ya un poco menos pasado y deseoso de volver a agarrar avión les hacía plática socia, doña Eréndida comenzó a preparar la fiesta.

Los extraños, ajenos a la plática del Roñas, tomaron disimuladamente sus omnivacunas y siguieron intrcambiando pensamientos.

Será fácil-
dijo uno-, son muy primitivos. Analicé los componentes básicos de todo lo que esta aquí y nada puede dañarnos, añadio el segundo.
Ellos no lo saben-
dijo otro-que el organismo Linx es resistente a todo en mil planetas. La conquista será juego de niños.
Una vez dominados-
intervino el primero-, utilizaremos a esta raza primitiva como abono y su planeta como sitio de descanso.

-
¿Quieren una chela?-interrumpio el Roñas.

Así fue como el Roñas y su mamá salvaron al mundo.

La nave por supuesto, fue descubierta en el baldío al día siguiente.
Estaba ahí quietecita, con su computadora histerica lanzando frenéticas señales a sus dueños.
Ellos ya no estaban ahí. La nave tampoco estuvo mucho tiempo.Nada puede quedar mucho tiempo abandonado en tepito.

Después de ser deshuesada, sus compunentes fueron vendidos en el tianguis; ni la computadora fue capaz de defenderse. las ropas, equipos y armas de los cuatro linx suiguieron el ,mismo camino, exepto el traje de uno que el Roñas lucío hasta que se cayó en pedazos.
Loa linx eran muy resistentes pero nadie es capaz de aguantar los antojitos de Tepito. Además, el Roñas les dio cerveza, cemento y mota...una combinación explosiva. Se desintegraron antes de llegar al pulque y al alcohol del 96' ...ya no hacen extraterrestres como antes.

El planeta tierra, gracia al informe de la computadora, fue clasificado como altamente nocivo, especialmente peligroso y los Linx se dedicaron a buscar presas más pacíficas.
El Roñas sigue hasta atrás y doña Eréndida preguntándose a donde se fueron los gabachos que su hijo llevó a casa y a los que agasajó con los tacos, tamales y antojitos que no había vendido aquel día.

En el sitio donde descendio la nave y se salvó la Terra no hay monumento alguno, salvo un adefecio del programa de vivienda para damnificados.
México sigue igual, sin que se sepa que salvo al mundo. Ni siquiera los héroes lo saben, pero todos peden dormir tranquilos...si los invasores vuelven, Tepito vigila...
Y, mientras Tepito no sea potencia mundial, la tierra está a salvo...

4 Comments:

Blogger coto said...

que bonito esta el cuento,a veces la gente ayuda sin saberlo y sin querer.

12:16 PM

 
Blogger wally said...

XD

8:03 PM

 
Blogger Unknown said...

Alguien sabe de qué época es la historia???

4:31 PM

 
Blogger Unknown said...

al tiro que dicen que ya se empezaron a concentrarse otra vez, y se encontraron con unos antiwuos amigo que que hacia mucho no veí
an, gracias a unos tunes que accidentalmente accedieron con los seres del centro de la tierra, y traen chucerías para mezclar con las de Tepis....
jejeje
al tiro banda... jojojo

8:09 PM

 

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